martes, 28 de abril de 2009

Maneras de aprender


Todo aprendizaje humano comienza con la fe. Cuando un niño ve la foto de un elefante por primera vez, mira a su mamá con una expresión que dice: "¿Qué es esto?" Cuando ella le responde que es un elefante, él lo cree y ha habido aprendizaje. La próxima vez que vea esa foto, probablemente la señalará con el dedo exclamando "¡Elefante!"

Hay tres métodos básicos para aprender: el empirismo, el racionalismo y la fe.

Empirismo: es confiar en nuestras percepciones sensoriales para descubrir la verdad. Es la base de la investigación científica. El empírico dice: "Lo creeré solamente si lo puedo ver o tocar".

Pero el empirismo tiene su defecto porque hay tantas cosas que no pueden ser vistas o medidas o explicadas.

Racionalismo: es confiar en la razón humana para descubrir la verdad. Su unidad de medida es el intelecto humano. El racionalista dice: "Lo creeré solamente si puedo razonarlo con la lógica humana". Pero el racionalismo tiene su defecto porque nunca puede ir más allá de los límites restringidos de la inteligencia humana.

Fe: es confiar en la palabra de alquien que confiamos, alguien con más experiencia que nosotros, para descubrir la verdad. En el sentido bíblico, fe es confiar en la Palabra inspirada de Dios. El hombre o la mujer de fe dice: "Porque Dios lo dijo, yo lo creo, y a su tiempo lo veré y lo entenderé". Aunque el empirismo y el racionalismo tienen su lugar en los descubrimientos y en la educación, ninguno de los dos sirve en los intentos del hombre de encontrar o conocer a Dios. El apóstol Pablo en 1era de Corintios 1 aclara muy bien que Dios planeó que el hombre lo encontrara no por su percepción sensorial, ni por su intelecto humano, sino solamente por la fe.

Isaías 55:8-11 destaca cuán inmensamente superiores son los pensamientos y los caminos de Dios a los pensamientos y los caminos de los hombres. Dios es omnisciente y omnipresente, sabe todas las cosas y está en todo lugar. Sabía el final de la historia humana antes de que comenzara. Dios es perfectamente justo, perfectamente ecuánime. Nunca miente y siempre cumple Su Palabra. Dios es digno de confianza. Siempre se puede confiar en El, y sólo la fe lo complace (Heb. 11:6)

- Gene Cunningham

Del libro "Las Bases de la Fe"

sábado, 11 de abril de 2009

Libre Albedrío


El libre albedrío, a pesar de que hace posible el mal, es a la vez lo único que hace posible compartir el amor, la bondad o el gozo. Crear un mundo de autómatas, de criaturas que operen como máquinas, no valdría la pena. La felicidad que Dios determina para sus criaturas más elevadas es la felicidad de estar libre y voluntariamente unidas a Él y a los demás en un éxtasis de amor y de deleite, comparado con el cual el amor más avasallador entre un hombre y una mujer en esta tierra es mera leche aguada. Y para eso es necesario ser libre.

Por supuesto que Dios sabía lo que sucedería si tales criaturas usaban mal su libertad; aparentemente pensó que el riesgo valía la pena. Tal vez nos sintamos inclinados a estar en desacuerdo con Él. Pero hay una dificultad en cuanto a no estar de acuerdo con Dios. Dios es la fuerza de la cual proviene nuestro poder de raciocinio; no podemos nosotros estar en lo cierto y Él estar equivocado esto sería como si una corriente de agua se levantara por si sola de su nivel de origen... Si Dios piensa que este estado de guerra en el universo es un precio que vale la pena pagarse por el libre albedrío, o sea, por un mundo vivo en el cual las criaturas puedan hacer mucho bien o mucho mal y algo de verdadera importancia pueda ocurrir, en lugar de un mundo de juguete que sólo se mueva cuando Él mueve sus cuerdas, entonces también nosotros podemos estar seguros que vale la pena pagarlo.
-C. S. Lewis


(
Cristianismo... ¡y nada más! [Miami: Editorial Caribe, 1977], 58)

miércoles, 8 de abril de 2009

Dámaris, Dámaris, Dámaris...


A menudo nos escribimos, claaaro ahora por e-mails... pero,  ¿te acuerdas de nuestras cartas periódicas? - si poh esas que escribíamos a mano, en hojas de cuaderno, tú con esa letra de diseñadora que tienes (tipografía ¿?) y en mi caso con la letra más redonda y legible que podía. No puedo decir lo mismo de mi redacción, porque dejaba mucho que desear, (todavía no encuentro la explicación para eso)

Sabes que, me hacen falta, tanto como tu compañía, porque a pesar de que eran puras ridiculeses de adolescente, era lo que nos pasaba, lo que sentíamos. Hay veces que me gustaría agarrar mis 4 pilchas y partir hacia Quilpué aunque sea para gritar efervecentemente con esos videos que se nos ocurre ver en Youtube, sobre todo si incluye a los Backstreets Boys o a cuanta banda de chamacos exista. Pero no puedo, el tiempo se hace nada, me esclaviza a la capital.

Recuerdo cuando nos conocimos, tú con todo tu atuendo de metalera malvada, con tus uñas laaaargas, tu pelo muy corto y unos mechones encima de los ojos, obvio que me acuerdo de tu ropa negra y también de esos bototos que no te sacabai nunca, ni siquiera para ir al colegio.

A pesar de todo eso igual no me diste miedo como a los demás juveniles/as de la Iglesia, primero porque eras la hija del pastor de Iquique (una hija de pastor muy particular) y segundo, porque mi madre me había contado acerca de la enfermedad terminal que padecía tu mami en ese tiempo, motivos por los cuales me impulsaron a ofrecerte mi más sincera amistad :P.

Recuerdo también, como si fuera ayer ese campamento de verano en Lautaro, obvio si nuestro fiel y buen amigo James Peña siempre se le ocurre reforzar esas estúpidas historias que allí ocurrieron (Jaime, sé que ese campamento también pa tí fue significativo) Ohh y nuestra carpa Scary Movie I y II ¿? y nuestras risotadas de madrugada, con su Giuchie, Giuchie, ya ya dada (8) ¿? (Lady Marmalade por siaca). Es genial tener memoria a largo plazo y poder tenerte presente en eso.

Claro que ese año nos hicimos más amigas, visitaba tu casa, tú la mía, tu mami recibió ese bendito transplante como regalo de Dios para ella y tu familia, nos bautizamos juntas, y seguimos riéndo. Obvio, igual chocabamos derrepente, por tu carácter irascible a ratos y por mi hipersensibilidad incontenible. Si hay algo de lo que me arrepiento, es no haber compartido contigo los últimos años que viviste en Santiago - en Lo Prado- comuna tan cercana a la mía. Sin duda fueron años que necesitaba desesperadamente tu compañía, tu consuelo, tu amistad... pero Dios sabe, nos estaba preparando quizás para lo que hoy conformamos. Por eso no pude creer (y aún me cuesta asimilar), que en nuestro reencuentro para las fiestas patrias del 2006 en tu iglesia actual, cambiaras de manera radical, pasando de Metalera - Megadeth a ¡¡¡Pelo Lais laisss!!! ¿Qué me perdí?

Eres seca Dami, siempre me harán feliz tus logros, siempre admiraré tu voz hungida, tu motricidad fina, tu buen gusto, tu cuerpo escultural y la ropa que le pones (já!). Doy gracias a Dios por permitirnos ser amigas, concuerdo contigo en que nos parecemos a David y a Jonatan en ese aspecto, por escoger a dos payasas (tan contrarias a ratos) para compartir su vida de una manera simple y alegre. Gracias por tu apoyo, por escuchar y leer mis cosas, por tener paciencia de mi temperamento sanguíneo e hiper desestructurado a veces.

Te Amo amiga, las distancias inquebrantables no separarán nuestros sueños. 

"Un amigo te querrá en todo momento: te ha nacido un hermano en previsión de días malos"
(Prov 17:17)

Gracias por ese versículo, también me lo regalaste.

Tu Yonatana.



miércoles, 1 de abril de 2009

En una estación de Metro




"Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones

y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

Una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre"


Óscar Hahn- Poeta Chileno


En mi papelerío tan farragoso encontré este poema, lo tengo guardado porque fue parte de una de mis primeras y más significativas cátedras en la Universidad: "Métodos de Estudio".

Este no era un ramo de carrera, ni cátedra básica en lo que a las Ciencias Sociales respecta, pero resultó ser de suma importancia en mi formación académica. La profesora, la señora Irma Pavez, nos transportaba al realismo mágico puro, no sé por qué, quizás se debe a su carisma o a su calidad docente...

No recuerdo en totalidad el análisis que le dimos a este poema, pero de lo que si me acuerdo fue la interpretación que yo misma le dí.

No soy la persona más indicada para conceptualizar, menos un término tan amplio como es el amor (o es simple ¿?), debo reconocer que me he dejado impregnar al 100% por mi identidad en Cristo, o como dicen mis compañeros/as al canuteo mismo. Dios en las sagradas escrituras, se autodefine como AMOR: "El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor" (1Juan 4:8), y existen algunas características: "El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue (...)" (1 Corintios 13:4-8b)

Sin embargo, estas verdades tan arraigadas en mi vida, no tienen mucho sentido en el medio donde me inserto. Vivimos una vida demasiado agitada que se caracteriza por el individualismo y la incomunicación, es poco el tiempo que se da para establecer relaciones sociales, ya sea de amistad o bien "amorosas". La búsqueda del placer individual gobierna el mundo intrapsquíco de las personas. Si se logran establecer relaciones interpersonales generalmente son por la propia conveniencia, el propio provecho. Es común ver a los jóvenes reunirse con un fin: "Tomar", ni no hay copete no hay carrete, por lo tanto si tu no tomai ¿no serví?, claaaaro podí tener un millón de temas de conversación, ser la persona más interesante del planeta, tener una camionada de virtudes anexas, pero nada de eso importa. Así mismo sucede con las relaciones amorosas - sé que todo entra por la vista-, pero ¿no era la observación un instrumento poco objetivo? ¿No era esto lo que despotenció al método?

Se sobrevalora lo externo y lo inmediato, cuando Dios nos dice que el amor es paciente, aquí eso no importa, si total existen estas citas a ciegas del chat, o los dating's - multicitas(o como se escriba). Este último tiempo, me he fijado un poco más de lo normal, en la vida de varios con los que me relaciono,y he sacado varias conclusiones. En ellos gobierna un vacio implacable, sus relaciones afectivas tienen base de arena o simplemente no cuentan con base alguna, y repiten una y otra vez este modelo de estación de metro, en donde se "enamoran" instantáneamente de una persona desconocida y se entregan sin mayor pudor, reciben a cambio la satisfacción de algún placer, pero sin embargo van generando vacíos y más vacíos que se hacen parte de su identidad.

Por eso cuando hablo de matrimonio, recibo un ¡puaj! instantáneo o un ¡¿Qué es eso, se come?! Está en el aire el temor al compromiso, el temor a conformar una familia, o quizás es el temor a fracasar. Por eso cuando intervenimos familias destruidas, con altos indices de maltrato doméstico, con drogadicción del subsistema parental, con deserción escolar, etc., me hago la pregunta: ¿es esto lo que quiere Dios para nosotros?


Yo quiero construir mi casa sobre la roca. Quiero establecer relaciones verdaderas, quiero conocer a las personas y que ellas me conozcan. Dios dame un poco de tu sabiduría, ayúdame a no conformarme a este siglo.