martes, 4 de agosto de 2009

¡Ratera!



Finalizaba un exhaustivo 5to semestre académico y con mis chamacas hermosas fuimos a celebrarlo financiadas con la plata del tarro (nuestros ahorros), en una misión que la Javi denominó "Operación ombligo", que como comprenderán consiste en comer hasta no más poder. Obviamente nuestros ingresos no alcanzaron para reservar en el Gastby, así que no quedó de otra que ir al Patio de comidas del Florida Center, ¡ya sé!, una catedral del consumo...
Elegimos Pizza del tele y le agregamos además de las bebidas, papas, nuggets y empanadas de queso. Comimos pirañescamente entre medio de una amena conversación, risas y paparazzeo de la Vivi que SIEMPRE nos quiere perjudicar, (por puro que ella TIENE concepto de estética, esta al tanto de la última moda en Europa, es regia y tiene unas piernas como de 1.50 mts) Como siempre yo quedé con hambre y sugerí que nos tomaramos una copa de helado, mis amigas estuvieron de acuerdo con la idea, pero no sin antes reposarsh.

Justamente ese día a la Paula (otra de mis amigochas - compañerisimas) le tocó trabajar (ESPRIT
del florida), así que la pasamos a saludars, caminamos por esas artificiales calles que tienen los moles (Malls) y dimos con la tienda. Allí estaba nuestra asalariada favorita con su cara totalmente "enchatesida" y con ganas de salir a colacción. Estuvimos registrando prendas y objetos que aquella tienda ofrecía, que obviamene ni plata del tarro podía costear, con el fin de que ningún aparecido regañara a nuestra Pau, mientras ella en un acto seguido actuaba como la mejor vendedora que puede existir en el planeta, guiándonos en una especie de rito danzarobailarín en el arte del consumo. No podíamos estar junto a ella toda la tarde, así que lamentablemente tuvimos que despedirnos y continuar nuestro camino en vitrineo.

Al frente de ESPRIT está ubicada la tienda ZARA, tienda que según Dami ya es del pueblo y que según mi opinión como parte del pueblo, no lo es, (ya que mis tenidas las armo con menos de $500 pesos y blablablabla). De puro metetes entramos y justo frente a nuestro ojos, "liquidación polerística a sólo $1.990". En un segundo repetíamos otro acto pirañesco, nos abalanzamos a aquel "cajón" revolviendo prendas, tuve un deja vú sobre ese cajón que no era precisamente parecido a mis carretas de ropa ferianas, no podía ese piso enceramicado parecerse al asfalto o a la tierra en que se superponen mis prendas favoritas, pero no lo sé ese momento fue similar al de mis ferias, tuve ese mismo frenesí emocional-consumista.
Cuento corto adquirí dos poleras, (de las seis que me probé), obviamente apoyada por Dany, Angélica y Vivi la reina de la moda.

Ibamos saliendo tan satisfechas de aquella gloriosa compra, cuando de pronto sonó esa infernal alarma anuncia-robos (esas paletas afuera de todas las tiendas), por lo que el guardia no se demoró en reaccionar. Se me acerca y me detiene con una actitud seca, paquística y arrogante, por lo que mi alegría se deshace, me voy confundiendo, mareando, y siento una repentina humillación que se transforma en un calor que sube a rojo por mis mejillas, le respondo mostrando la boleta, "mi compra", me acompaña a la caja, la empleada se da cuenta de SU error, me pide disculpas, saca la tremenda alarma y me devuelve lo que en unos minutos se había convertido en "mi botín". Las niñas comentaban entre risitas cosas inaudibles para mi en ese momento, salí sin provocar alarmantes sonidos, el guardia se rió y despidió de nosotras, yo casi ni le miré... cuando a los pasos siguientes escucho una sarta de estupideces relacionadas con lo guapo que estaba el guardia, que ojalá a la Javi le hubiesen encontrado la alarma, que porqué no la interrogó a ella en un cuarto oscuro y la revisó y blablabla... hice conexión y solté un ¿¿¿qué????. Ahí me explicaron que les había gustado el guardia, que cómo no me fijé en él, en sus ojos y wanshuleros patéticos. Yo sólo me sentí como el chavo en ese capítulo que lo tratan de ratero, que más quieren - les respondí. Se rieron. Caminamos en busca de nuestro helado.