domingo, 31 de julio de 2011

Con dos Cardenales. Que maneras más curiosas.

(...) y pasamos el peaje de angostura (?) me entregó parte de su vuelto.
Cuando tuve esos $1000, le pregunté por qué me los pasaba y me respondió que quería que yo los tuviera mejor. A esa hora, ya habíamos contextualizado más o menos nuestra situación bilateral.


La decisión era inminente, y se tomó democrática y civilizadamente , pero para hacerlo nos detuvimos un rato en el trayecto, a la altura de Camino Melipilla, (parecía un capítulo de la serie How I Met Your Mother)

Creo que en esos minutos estaba un poco anestesiada, así que la decisión parecía más bien parte de un sueño que debía tener, afuera llovía un poco, eran casi las 00:00 hrs, - en fin-, ese era el ambiente.

Ahora me desperté asumiendo, quizás un poco anestesiada todavía, confieso que trato de pensar poco, pero me cuesta bastante trabajo lograrlo. Hago paralelos incluso con la estación del año.
En el 2009 todo era más cálido y florido en primavera y en este 2011 es invierno, llueve, duele y todo vuelve a cambiar.

Como dijera Silvio: "Que maneras más curiosas, de recordar tiene uno..."

bueno... y los $1000, los guardé en el tarro de los cardenales. Quién sabe, quizás su objetivo se concrete algún día.

martes, 5 de julio de 2011

El Mundo de Peña


Espeluznante me resulta el correr del tiempo, pero es así.

Cuando con el Jaime nos hicimos amigos, él tenía 16 o 17 años, y yo había cumplido 13 recién.
Recuerdo que la gran mayoría lo molestaba, porque era diferente al resto, no tenía esa tendencia "ganadora" de los demás adolescentes con que nos relacionábamos, no vestía a la moda, ni era listo para abordar chiquillas. Él consideraba graciosas e interesantes otras cosas solamente, no era que se aislara del resto, pero no era el típico chiquillo de 16.

Jaime siempre fue tranquilo, un poco reprimido, pero divertido, en ese tiempo se peinaba ordenado, no combinaba mucho la ropa, tenía harta peca y era un poco rellenito, pero aún así me agradaba conversar y reír con él en la micro o en cualquier parte.
En ese tiempo el Jaime estaba cursando la media en el Instituto Nacional, donde le iba bien (mateo como siempre) donde por alguna razón sus compañeros le hacían bullying. En particular me cargaba que la gente lo molestara, me daba un poco de rabia, a veces lo defendía y cuando yo misma era la que lo hería me odiaba también.

El 2002 entró a la Universidad de Chile a estudiar Ingeniería (con jota), con su maravilloso y bulleado 820 puntos en matemáticas, y desde ahí su vida comenzó a cambiar.

Ya no compartíamos la vida como antes, yo había entrado recién a la Enseñanza Media y a él se le abría un largo camino que terminó hace unas semanas.
Pero aún así recuerdo sus cambios, como el de imagen (look) impresionante (asesorado por Lady Grace), su descascaramiento antirepresión, su deslenguada visión del mundo y sus preguntas eternas.
Años después cuando retomamos la frecuencia de la amistad recuerdo su lucha por el amor ideal, las largas conversaciones de reto sobre sus crisis y recuerdo cuando llegó su mejor amiga (que ahora también es mi amiga) y compañera de sus días y del porvenir; la Noemí Vargas Huequelef.

Los días floridos de Jaime & Noe al casarse, me hicieron aterrizar y darme cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo. De ahí meses después (recientemente) me entero del embarazo de la Noe, es decir su paternidad latente y Oh! , otra vez! qué onda con el tiempo.

Ahora, hace una semana ya del magno evento de tu titulación de Ingeniero Civil en Biotecnología y Magister en wanshufleins en Química (?) con máxima distinción (10 años de puro esfuerzo), te recuerdo y te escribo, para que sepas lo importante que eres amigo. Dios siempre está rodeándote y si Él lo sigue permitiendo, seguiremos compartiendo nuestra alegre y a veces no tan alegre vida :), con tus cachorritos, los míos y así sucesivamente por la eternidad.
Te quiero mucho!